martes, 5 de noviembre de 2013

"¿Cual es la recta o gran final?"


Ciertamente, la campaña presidencial ha sido muy movida gracias a candidaturas independientes que buscan romper con las ofertas de Bachelet o Matthei.

Para todos, que hemos presenciado un octubre de dimes y diretes, de enjuiciamientos públicos de unos y otros y que solo favorecen a la publicidad de medios y no a la gente, es lo que detesta justamente ésta última.

Tristemente las campañas presidenciales desde la vuelta de la democracia, se han jactado de buscar no solo diferencias ideológicas(los 90) sino que también diferencias personales y familiares(los 2000), lo que ha llevado a participar menos y reclamar mas.

No todos los candidatos han sabido leer el lenguaje emocional e ideológico de la gente. Quienes creen que solo es gobernar con firmeza y convicción sin afecto colectivo no entienden al Chile de hoy. Y quienes creen que solo con afecto y sonrisa de gobierna, tampoco es entender las dificultades del Chile del siglo 21.

Las 9 candidaturas reflejan al Chile de hoy, de ayer y del mañana. Para avanzar y dar respuestas a las necesidades de ahora, con recetas para el Chile de hoy, y no del pasado, es importante que nos informemos bien. La gente no desea mas cahuin ni farandulizar la política como ha existido hasta ahora.

Todos nuestros aspirantes tienen tejado de vidrio, pero el gran electorado quiere respuestas a sus problemas de ahora y quienes alegan peros de ellos, solo logran fortalecer a quien tenga menos que ocultar o dar explicaciones.

Elevar el estandard de calidad de nuestros candidatos es un avance, pero que no surte efecto, si una sociedad poco y nada le importe. Lo digo, pues desde la perspectiva del civismo solo importa soluciones reales y no la ética ni moral de los candidatos. En consecuencia, si queremos mejores candidatos, seamos responsables también nosotros de serlo también en todo orden. Pues es muy fácil atacar gratuitamente a otros sin mirar lo que sucede en rancho propio.

Es ahí la fortaleza mediática de la candidatura de Bachelet, quien se fortalece de los ataques de otros. Y por otro lado, la candidatura oficialista de Matthei solo desea defender un gobierno y una historia republicana de 4 años, que en muchos años mas, se podrá dimensionar su impacto.

La llegada de candidatos jóvenes, independientes o de corrientes disconformes con un sistema que solo deja a algunos contentos es lo que realmente debemos poner atención y de como en los próximos años esto tendrá que resolverse debidamente.

Alguien estará inhabilitado previamente? Todos lo estarán si se mantiene la misma casta oligarca con soluciones del siglo 20 y no del 21.

Una sociedad empoderada e integrada en todo orden es lo que Chile reclama en diferentes esferas. Y las candidaturas de Bachelet y Matthei solo ofrecen mas de lo mismo. Miremos sin sesgos ideológicos a los otros candidatos, en especial sus ideas, pues en 4 años mas a lo mejor no estarán y serán otros con las mismas ideas. 

La recta o gran final, no está en los gobiernan en La Moneda, ni están en los que pretenden volver y eternizarse en el poder. Está en los otros, que solo buscan soluciones reales a los problemas de este siglo.

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