Mucho se ha debatido sobre tener una nueva Constitución Política. Alegando desde la inequitativa que es, hasta decir que es la mejor que hemos tenido y que ha dado estabilidad social.
Si queremos una nueva constitución o solo reformar algunas cosas y en base a que? Muchas de ellas nos han traído estabilidad. El artículo 19 establecen los derechos y deberes fundamentales de cada uno de los habitantes de Chile y varios capítulos regulan nuestras instituciones y nos define institucionalmente.
El rol del Estado en la sociedad como instrumento al servicio de ella. Ha dado cumplimiento fiel a eso? Algunos creen que si, otros no. Incluso algunos quieren cambios y erradicarla, pues es uno de los baluartes del regimen militar de los años 70 y 80. Pero no es que todos la han legitimado al participar en diversos procesos eleccionarios? No es que todos la hemos legitimado al someternos a ella, incluso jurando o prometiendo cumplirla al igual que las leyes? O todos hemos cometido perjurio?
La izquierda local no ha renunciado nunca a sus ideales utópicos y soñadores e intolerantes y mediante diversos medios y con nuevos sinónimos de un mismo pensamiento siguen de una u otra forma peleando por ello. Y el rol del Estado donde está?
La derecha no se queda atrás, con su idea permanente y constante de creer que el mercado lo regula todo y a la vez protege todo. Protege a quien realmente? Cuando se ve que el mercado abusa al estar todo concentrado en tan pocos. Hasta cuando seguimos como sociedad con ideas que no representan ni la identidad nacional ni menos solucionan con emprendimiento sin asistencialismo?
Necesitamos que todos, en diversas instituciones sociales, hablemos de estos temas y se los representemos a quienes son nuestras voces. Es decir, alcaldes, concejales, consejeros y dirigentes sociales.
Los candidatos a la Presidencia de la República enfrascados en disputas de conflictos de interés y no proponen concretamente soluciones a la delincuencia de toda clase. No proponen quienes hablan de educación pública, que tipo de enseñanza queremos, que calidad queremos y a quienes realmente beneficiaremos. El dinero para aquello y tantos otros temas está. Pero primero resolvamos que queremos. Por ahora muchas voces, y menos unión. Y como siempre, los pobres, los abandonados seguirán esperando.