jueves, 18 de julio de 2013

Chile y sus cambios

La evolución social, requiere cambios que no se esperan por la mayoría no informada. En empresas, gestiones estratégicas de todo orden siguen lo anterior. La política no es la excepción.

La izquierda política chilena tiene todo por hacer y deshacer en Chile, pues, desde ayer, no hay oposición real a lo que ellos quieren hacer. 

La bajada por problemas de salud del candidato de la derecha chilena Pablo Longueira Montes, trajo una serie de inconvenientes para ese sector político. En el transcurso de los días, definirán a su candidato testimonial. Porque solo será eso, un candidato testimonial. Una derecha que dando solución a varias cosas de Chile, no quiso resolver otros problemas de fondo sociales, dando pie a que sea la izquierda chilena, en alternancia de poder, la que asuma con espectativas estratoféricas los desafíos inmediatos que un sector mayoritario de izquierda desea satisfacer.

Ante tal escenario, todos llaman a la unidad partidaria. Unidad que no es tal en la izquierda y derecha chilena, pues en la diversidad legítima, existe también, desorden partidario interno, con la consecuente indisciplina política.

La posibilidad de tener políticas de Estado permanentes para el real desarrollo humano sostenido en el tiempo, con la clase política actual, no se ve posible. Y eso sucede, pues no tenemos en Chile un liderazgo fuerte que nos lleve en respeto a tal emprendimiento nacional.

La institucionalidad legal y política que opera en Chile es eficiente, pero mal administrada y requiere de personas que solo tengan compromiso con Chile, con los pobres, abandonados y despreciados por nuestra sociedad. Un compromiso que con soluciones concretas de corto, mediano y largo plazo sea encabezado, por quien responda a las regiones y en especial al mundo rural.

¿Será el tiempo de un independiente que nos llame a esa unidad nacional que de todos los sectores de la población reclaman?

lunes, 8 de julio de 2013

Primarias, ¿Y ahora que?

 A mas de una semana de ocurrido el nuevo proceso electoral para elegir candidatos de algunos partidos políticos de la clase política chilena, lecciones preliminares hay, profundas aun falta.

 Ganó el voto voluntario, ganó la población, la gente que se manifestó votando y no votando. Perdió la clase política en general. Una altísima abstención nos lleva como país a reflexionar sobre que clase de sociedad queremos para que todos se sientan partícipes de Chile. 

 La izquierda política chilena, en forma mayoritaria quiso y eligió a su candidata para noviembre próximo, solo algunos del mismo sector no quisieron participar. El resultado de Michelle Bachelet, como todos sabemos, es un resultado personal, no de sus ideas ni de los partidos que la apoyan. Creer y pretender que ella es la salvadora de Chile, que puede resolver los problemas de inequidad social, es utópico y falso. Ella representa a una casta política que vive del sueldo político, pero que no desea sinceramente resolver los problemas de fondo, mas aun, cuando en su propio sector no hay unidad temática. La diversidad que ella defiende no se traduce en la disciplina necesaria que debe haber en los partidos políticos ni en sus seguidores. Es la candidata fuerte de la izquierda chilena, con los ideales del progresismo y socialismo ortodoxo. Los ideas socialcristianas se han visto reducidos muy fuertemente, y no hay cabida para ellas. El costo de quien perdió. Pretender que esas ideas sean parte de su gobierno, es realmente, una ilusión. 
¿Se atreverá la ex Presidenta a decirle a cada elector que necesita en el Congreso Nacional a Guido Girardi, Osvaldo Andrade, Camila Vallejo y tantos otros, cuando muchos de ellos no representan la consecuencia política ni el amor a Chile y todos sus habitantes? ¿Son ellos los que la Patria necesita, quienes en forma nueva no han renunciado a la lucha de clases? 

 La derecha chilena con sus 2 representantes, fue la mas reñida, pero con menos votos. Es cierto, solo habían diferencias de personalidad y estilo, no en ideas. Es en esto último, donde aun gobernando, no han sido capaces de convocar y hacer creer a todo un país que el crecimiento económico y el empleo son las unicas soluciones para combatir las injusticias sociales. Existen otras mas que este gobierno no ha sabido ni querido solucionar realmente. En efecto, ha dado estabilidad en diversos ámbitos macroeconómicos y mejoras sociales como subsidios, becas y créditos blandos y ha combatido los abusos. Pero siendo realista, ¿Que ha hecho para dar mas competencia a diversos sectores económicos, cuando lo que hemos visto ha sido un retroceso al haber mas concentración económica? ¿Y que ha pasado con el salto al desarrollo que han pregonado, cuando las regiones se han convertido en un botín de reparto del poder político en el Congreso Nacional? ¿Porque este gobierno no ha impulsado clara y concretamente el desarrollo regional con la independencia económica y financiera en políticas públicas? ¿Dejaremos acaso de ser un Estado Unitario por eso? Un gobierno como el actual y que no defiende la industrialización nacional ni la promueve con medidas que los ayuden, merece ser seguir gobernando? CAP, Industria Forestal, agrícola, entre otros. Otra casta mas que al igual que la izquierda solo protege a algunos.

 ¿Y los que llegarán en noviembre próximo sin primarias? Ellos tienen la oportunidad de ser realmente los que convoquen con ideas y liderazgos colectivos a esa inmensa mayoría, la verdadera y nueva mayoría de personas de los campos y ciudades y que en forma pacífica digan y manifiesten con su voto que Chile queremos.

 Marcel Claude, Marco Enríquez-Ominami, Roxana Miranda, Alfredo Sfeir, representantes también de la izquierda, ¿Serán capaces de hacerle sombra en ideas y popularidad a la demagogia de Michelle Bachelet? Personalmente, creo que no. Mas aun, cuando muchas de las propuestas de ellos, la ex Presidenta las ha tomado como propias. Su votos, en segunda vuelta irán con Bachelet. No existe duda al respecto.

 Franco Parisi, un independiente apoyado por diversos y dispersos sectores políticos de izquierda, centro y de derecha, asoma como el nuevo MEO de esta presidencial. Ningún político ni experto electoral podría anticipar ahora a ciencia cierta que podría hacer él con ese gran electorado que no participó en las primarias. Observarlo no solo en sus propuestas, que ya en su gran mayoría son del todo bien definidas,es prioritario. Sino, también, como se desenvuelve en la contingencia que viene de aqui a Noviembre.

 Creo que el gran desafío de todos los candidatos es convocar a mas de 7 millones de personas a ir a votar, tanto en primera como en segunda vuelta. El guarismo anterior, se debe, a que somos mas de 13 millones de personas con derecho a voto, si van mas de la mitad, nuestro país y sus sistema político se fortalece y habrá mas fuerza para poder reformarlo en los aspectos que no dan respuesta real y contundente a los desafíos actuales y consecuencialmente legitimidad a los candidatos electos.

 A informarse mas, a debatir mas, a defender las ideas de la unidad nacional, y progreso regional, son las banderas que como votantes debemos enarbolar y exigir de nuestros candidatos y representantes. Castigando la demagogia y el populismo. ¿Como? Votando.