martes, 19 de noviembre de 2013

El Gatopardismo Triunfó

Con menos de 7 millones de electores, es posible ver sin dobles lecturas que quien ganó el 17 de Noviembre pasado, fueron el voto voluntario y el gatopardismo.

Lo del voto voluntario se esperaba teniendo el antecedente de la elección municipal de 2012, pero el gatopardismo(cambiar todo para que quede igual) fue su llamado fuerte y claro.

Las candidaturas del gatopardismo representadas por la Nueva Mayoría y la Alianza, son las mas contentas, pues quienes quedaron fuera del balotaje buscaban romper con esa lacra que profundiza una sociedad de consumo y no de valores.

El gatopardismo de la Nueva Mayoría, nos ofrece en concreto educación pública gratuita y de calidad financiado con reforma tributaria a cambio de CERO LEGISLACIÓN LABORAL para mejorar la calidad de éstos.(negociación hecha con el gran empresariado), y que solo sigue beneficiando a los mismos de siempre, es decir, a los grupos económicos que con sus políticos garantizan su "estabilidad y tranquilidad" para seguir aumentando sus propias riquezas e influencias de todo orden.

La candidata de la Alianza, nos ofrece mas de lo mismo que ha sido el Gobierno actual y con bonos disfrazados de aumento de pensiones y mas Carabineros en la calles, es decir, con mas militarización y cero empatía social y cero proactividad en todo orden. Los grupos económicos felices con ella, pues también les garantiza estabilidad y tranquilidad en sus negocios e influencias.

La inexperiencia de ex candidatos presidenciales en esta lides, mas personalismos que no fueron capaces de anticipar a otros contendores y de no buscar entre ellos a quien pueda hacerle frente al duopolio y a este gatopardismo, lograron también el triunfo de éste.

Como la Patria no sufrirá grandes cambios que la misma reclama, es que ir a votar este 15 de Diciembre para ratificar el triunfo del gatopardismo, no me parece adecuado. Lo digo, pues de 13 millones con derecho a voto, solo van 5 millones o menos, ratificará que en Chile solo importa tener dinero para parar la olla y nada mas. 

Valores, principios, formas de vivir mejor en solidaridad, meritocracia, libertad solo viven en los candidatos perdedores y de millones que ahora se deben arrepentir de no haber ido a votar por ellos. 

El gatopardismo triunfó y seguirá viviendo mientras como país no logremos la unidad real en valores humanos y destruyamos esta sociedad de consumo que solo favorece a unos pocos.

martes, 5 de noviembre de 2013

"¿Cual es la recta o gran final?"


Ciertamente, la campaña presidencial ha sido muy movida gracias a candidaturas independientes que buscan romper con las ofertas de Bachelet o Matthei.

Para todos, que hemos presenciado un octubre de dimes y diretes, de enjuiciamientos públicos de unos y otros y que solo favorecen a la publicidad de medios y no a la gente, es lo que detesta justamente ésta última.

Tristemente las campañas presidenciales desde la vuelta de la democracia, se han jactado de buscar no solo diferencias ideológicas(los 90) sino que también diferencias personales y familiares(los 2000), lo que ha llevado a participar menos y reclamar mas.

No todos los candidatos han sabido leer el lenguaje emocional e ideológico de la gente. Quienes creen que solo es gobernar con firmeza y convicción sin afecto colectivo no entienden al Chile de hoy. Y quienes creen que solo con afecto y sonrisa de gobierna, tampoco es entender las dificultades del Chile del siglo 21.

Las 9 candidaturas reflejan al Chile de hoy, de ayer y del mañana. Para avanzar y dar respuestas a las necesidades de ahora, con recetas para el Chile de hoy, y no del pasado, es importante que nos informemos bien. La gente no desea mas cahuin ni farandulizar la política como ha existido hasta ahora.

Todos nuestros aspirantes tienen tejado de vidrio, pero el gran electorado quiere respuestas a sus problemas de ahora y quienes alegan peros de ellos, solo logran fortalecer a quien tenga menos que ocultar o dar explicaciones.

Elevar el estandard de calidad de nuestros candidatos es un avance, pero que no surte efecto, si una sociedad poco y nada le importe. Lo digo, pues desde la perspectiva del civismo solo importa soluciones reales y no la ética ni moral de los candidatos. En consecuencia, si queremos mejores candidatos, seamos responsables también nosotros de serlo también en todo orden. Pues es muy fácil atacar gratuitamente a otros sin mirar lo que sucede en rancho propio.

Es ahí la fortaleza mediática de la candidatura de Bachelet, quien se fortalece de los ataques de otros. Y por otro lado, la candidatura oficialista de Matthei solo desea defender un gobierno y una historia republicana de 4 años, que en muchos años mas, se podrá dimensionar su impacto.

La llegada de candidatos jóvenes, independientes o de corrientes disconformes con un sistema que solo deja a algunos contentos es lo que realmente debemos poner atención y de como en los próximos años esto tendrá que resolverse debidamente.

Alguien estará inhabilitado previamente? Todos lo estarán si se mantiene la misma casta oligarca con soluciones del siglo 20 y no del 21.

Una sociedad empoderada e integrada en todo orden es lo que Chile reclama en diferentes esferas. Y las candidaturas de Bachelet y Matthei solo ofrecen mas de lo mismo. Miremos sin sesgos ideológicos a los otros candidatos, en especial sus ideas, pues en 4 años mas a lo mejor no estarán y serán otros con las mismas ideas. 

La recta o gran final, no está en los gobiernan en La Moneda, ni están en los que pretenden volver y eternizarse en el poder. Está en los otros, que solo buscan soluciones reales a los problemas de este siglo.